(Con agradecimiento a Isabel)
Temía estar solo, hasta que.....aprendí a quererme a mí mismo.
Temía fracasar, hasta que....me dí cuenta de que únicamente fracaso si no lo intento.
Temía que la gente opinara de mí, hasta que....me dí cuenta de que de todos modos opinarían de mí.
Temía que me rechazaran, hasta que....entendí que debía tener fe en mi mismo.
Temía el dolor, hasta que....aprendí, que éste es necesario para crecer.
Temía la verdad, hasta que....descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía la muerte, hasta que....aprendí que es el final, sino más bien el comienzo.
Temía el odio, hasta que....me di cuenta de que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía hacerme viejo, hasta que....comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía el pasado, hasta que...comprendí que no podía herirme más.
Temía la oscuridad, hasta que...ví la belleza de la luz de una estrella.
Temía el cambio, hasta que.....ví que la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
(Procedente del libro: Adios a tus miedos. Autoría: Helen Flix)
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