
Personalmente, la distinción de las personas en dos grandes grupos (hombres y mujeres) me parece bastante simple, por no decir reduccionista. Ni todas las mujeres son iguales, ni todos los hombres son iguales. Por tanto, le sugiero que usted no alimente esa absurda guerra entre sexos.
Jorge Castelló, Psicologo, experto en dependencias
http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2005/02/1445/
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